Dice el nene, mientras desayunamos al sol en el balcón:
- Ya merendamos en el agua, siempre almorzamos en la tierra y ahora desayunamos en el aire. Decí que en el fuego no se cena, ¿no?
- Ya merendamos en el agua, siempre almorzamos en la tierra y ahora desayunamos en el aire. Decí que en el fuego no se cena, ¿no?
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